Bizcocho Marmolado
Bizcocho Marmolado
Ingredientes:
- Harina de repostería, 215 gramos
- Huevos frescos, 4 tamaño L
- Azúcar blanquilla, 215 gramos
- Mantequilla, 215 gramos
- Cacao en polvo, 215 gramos
- Medio sobre de levadura
- Azúcar avainillado, un par de cucharadas pequeñas
Preparación:
Encendemos el horno y lo ponemos a precalentar a unos 180 grados centígrados, como ya es habitual cuando vamos a preparar algún bizcocho. Untamos el molde con mantequilla y un poco de harina por encima, excepto para moldes hechos de silicona, que no lo necesitan.
En un bol grande echamos la mantequilla un poco derretida y el azúcar, lo mezclamos todo bien, hasta que quede una pasta blanquecina con el azúcar bien integrado. Le vamos añadiendo uno a uno los huevos, mientras seguimos moviendo cada vez que echamos uno.
Después agregamos la harina junto con la levadura, preferiblemente tamizadas antes de agregarlas, para quitarles las impurezas o grumos que pudieran tener. Removemos todo muy bien para tener una masa muy uniforme, algo muy importante antes de hornearla, el resultado siempre es mejor.
Entonces separamos un cuarto de la masa aproximadamente y la mezclamos con el cacao en polvo. Al resto de masa le añadimos el azúcar avainillado y removemos. Si no tenéis azúcar avainillado podéis emplear extracto o esencia de vainilla, con cuidado no pasaros si usáis estas otras opciones, con una cucharilla rasa tendréis bastante.
Ahora vamos a ir cubriendo el molde dónde prepararemos el bizcocho. Primero echaremos una capa de la masa que tiene la vainilla y otra capa de la masa con cacao. Así sucesivamente hasta terminar con la masa y rellenar el molde.
Lo metemos en el horno unos tres cuartos de hora más o menos. Cuando observemos que está hecho lo sacamos y dejamos enfriar. Se puede decorar por encima al gusto: con chocolate, azúcar glass... o comerlo así directamente, que está realmente sabroso, además de tener un aspecto bonito con el efecto de los dos colores.
Ingredientes:
- Harina de repostería, 215 gramos
- Huevos frescos, 4 tamaño L
- Azúcar blanquilla, 215 gramos
- Mantequilla, 215 gramos
- Cacao en polvo, 215 gramos
- Medio sobre de levadura
- Azúcar avainillado, un par de cucharadas pequeñas
Preparación:
Encendemos el horno y lo ponemos a precalentar a unos 180 grados centígrados, como ya es habitual cuando vamos a preparar algún bizcocho. Untamos el molde con mantequilla y un poco de harina por encima, excepto para moldes hechos de silicona, que no lo necesitan.
En un bol grande echamos la mantequilla un poco derretida y el azúcar, lo mezclamos todo bien, hasta que quede una pasta blanquecina con el azúcar bien integrado. Le vamos añadiendo uno a uno los huevos, mientras seguimos moviendo cada vez que echamos uno.
Después agregamos la harina junto con la levadura, preferiblemente tamizadas antes de agregarlas, para quitarles las impurezas o grumos que pudieran tener. Removemos todo muy bien para tener una masa muy uniforme, algo muy importante antes de hornearla, el resultado siempre es mejor.
Entonces separamos un cuarto de la masa aproximadamente y la mezclamos con el cacao en polvo. Al resto de masa le añadimos el azúcar avainillado y removemos. Si no tenéis azúcar avainillado podéis emplear extracto o esencia de vainilla, con cuidado no pasaros si usáis estas otras opciones, con una cucharilla rasa tendréis bastante.
Ahora vamos a ir cubriendo el molde dónde prepararemos el bizcocho. Primero echaremos una capa de la masa que tiene la vainilla y otra capa de la masa con cacao. Así sucesivamente hasta terminar con la masa y rellenar el molde.
Lo metemos en el horno unos tres cuartos de hora más o menos. Cuando observemos que está hecho lo sacamos y dejamos enfriar. Se puede decorar por encima al gusto: con chocolate, azúcar glass... o comerlo así directamente, que está realmente sabroso, además de tener un aspecto bonito con el efecto de los dos colores.
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